viernes, 30 de abril de 2010

LA HERIDA


Un día caminaba por una calle de la ciudad y vi a un perro tirado en plena vía sin poder moverse. Estaba herido, un carro lo había atropellado y tenía rotas las dos patas traseras, los vehículos le pasaban muy de cerca y mi temor era que lo mataran porque era imposible que él solo pudiera levantarse.

Vi allí una gran oportunidad para hacer la "Buena Acción" y como buen Scout detuve el tráfico, me dispuse a rescatar al perro herido y ponerlo a salvo para entablillarle las patas. Yo nunca había entablillado a nadie pero el "Manual Scout" decía cómo hacerlo. Con mucho amor y entrega me acerqué, lo agarré pero me clavó los dientes en las manos. Inmediatamente me llevaron a la Sanidad y me inyectaron contra la rabia, aunque la rabia por la mordida no se me quitó con la vacuna.

Durante mucho tiempo no entendí por qué el perro me había mordido si yo sólo quería salvarlo y no hacerle daño, no sé que pasó y no me lo pude explicar. Yo quería ser su amigo, es más, pensaba curarlo, bañarlo, dejarlo para mí y cuidarlo mucho. Esta fue la primera decepción que sufrí por intentar hacer el bien, no lo comprendí. Que alguien haga daño al que lo maltrata es tolerable, pero que trate mal a quien lo quiera ayudar no es aceptable.

Pasaron muchos años hasta que vi claro que el perro no me mordió, quien me mordió fue su herida; ahora si lo entiendo perfectamente. Cuando alguien está mal, no tiene paz, está herido del alma y si recibe amor o buen trato: ¡Muerde! Pero él no hunde sus dientes, es su herida la que los clava.

Comprende el malestar de las personas que te rodean. Cuando alguien te grita, te ofende, te critica o te hace daño no lo hace porque te quiere mal sino porque está herido, está herido del alma, se siente mal o algo malo está pasando por su vida. No te defiendas ni lo critiques, mas bien compréndelo, acéptalo y ayúdalo. Ahora lo entiendo.

Salmos 147:3 " El sana á los quebrantados de corazón, Y liga sus heridas."

4 comentarios:

Arankú crochet dijo...

cierto Sandra...muchas veces ese es el momento de callar que nos dice la biblia,y comprender...a veces comprender el sufrimiento ajeno,significa callar,escuchar,aguantar....y esperar el momento oportuno para animar...(prov 15:28)muy bonita reflexion amiga...besos.kary.

Luciana dijo...

Sandra, te cuento que anoche me paso algo parecido. Ibamos en la moto con Gabi, y veo un perro colgando de una de sus patas delanteras de un canasto de basura muy alto. El pobre gritaba a viva voz y se balanceaba tanto para zafarse que por un momento pense que se había dislocado la pata.
Inmediatamente pare la moto, baje y me acerqué para ayudarlo. Cuando le agarré la pata me mordió la mano. Entonces, calmadamente le hablé para que por mi tono de voz se tranquilice y se diera cuenta de que solo iba a ayudarlo. Cuando le destrabé la pata del canasto de basura, lo empecé a acariciar y a mirarle a ver si no se había quebrado. Su corazón latía muy fuerte. El hambre lo llevó a esa situación. Un ratito después el perro se alejó rengueando un poco, pero mi satisfacción por haberlo ayudado fue tan grande, que ni me importó la mordida.

"Hablen confortadoramente a las almas abatidas", "den su apoyo a los débiles", "cubran sus faltas con amor"

Jehová nos enseña el secreto de la felicidad (Hechos 20:35)
Un beso ;)

sandra dijo...

gracias por sus comentarios!!! quiero aclararles que no me paso a mi esta experiencia, pero bueno, puede ser real, como te paso a vos, luciana... y la leccion nos sirve a todos tambien, para entender a alguien si nos maltrata o contesta mal sin motivo cuando nos acercamos a ella..muchas bendiciones!!!

Anónimo dijo...

Muy instructiva y de muy fácil aplicación para entender el porque de las reacciones de las personas cuando, como ocurre en el ministerio, intentamos darles ayuda con el mensaje de las Buenas Nuevas.
Gracias a la educación divina, podemos usar cualidades como "cariño fraternal" ó "gran paciencia", para poder llegar a los merecedores y que de esa forman lleguen a conocer el maravilloso propósito de JEHOVÁ